POSADAS HAN PERDIDO SU SIGNIFICADO: HOY SOLO SON BAILE Y RUIDO Y SE HAN OLVIDADO DE REZAR EL ROSARIO
El obispo de la Diócesis de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez, expresó su preocupación por la manera en que las posadas han perdido su significado original, al señalar que actualmente muchas de estas celebraciones se reducen a fiestas con música y ruido, dejando de lado el componente religioso que les da sentido.
Durante su homilía dominical, monseñor señaló que con la llegada de los días tradicionales de posadas, es necesario hacer conciencia entre los fieles para preservar las costumbres que se practicaban anteriormente, cuando las familias se reunían para rezar el rosario, entonar villancicos y representar el peregrinar de San José y la Virgen María en la búsqueda de posada.
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| Juan Espinoza Jiménez |
"Las posadas se han desvirtuado, se han convertido en bailes, en convivencias y yo quisiera invitarlos a todos ustedes, nos toca a nosotros como creyentes conservar lo que muchos de nosotros vivimos cuando éramos niños, nos reuníamos para rezar el rosario primero, se rezaba el rosario, se cantaban los cantos de villancicos y después se iba a pedir la posada, alguien se vestía de San José, de la virgen, llevaban el burrito", dijo.
El obispo recordó que estas celebraciones se organizaban en las calles y tenían como eje central a los niños, quienes vivían las posadas con alegría al participar en los rezos, recibir el aguinaldo y romper la piñata, en un ambiente de convivencia y cercanía comunitaria.
Lamentó que en la actualidad los menores hayan sido desplazados de estas tradiciones, debido al predominio de la música a alto volumen y la falta de espacios para el rezo y la reflexión, lo que ha provocado que se olvide el verdadero significado del nacimiento de Jesús y de las posadas mismas.
"En las calles se organizaban y ya veían dónde iban a pedir la posada y qué iban a regalar, para los niños era una alegría, después nos daban el aguinaldo, el bolo que le llaman aquí y la piñata, era un momento de cercanía, de convivencia, donde los niños estaban al centro, los niños disfrutaban y gozaban de esas posadas y hoy los niños son los grandes ausentes de las posadas, porque hay ruido, música, ni siquiera se acuerdan del nacimiento, del rezo, del rosario", concluyó Juan Espinoza Jiménez.

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