Con el lema “La Pona no se vende, se ama y se defiende”, activistas y ciudadanos de Aguascalientes realizaron una manifestación para exigir la protección de uno de los últimos pulmones verdes de la ciudad, ante los planes de tala de mezquites y flora nativa para la construcción de nuevos desarrollos en la zona.
La protesta se llevó a cabo al mediodía de este sábado 26 de abril en la Exedra de la Plaza de la Patria, y posteriormente avanzó sobre la calle Carranza, dentro del perímetro ferial.
Los manifestantes señalaron la urgente necesidad de preservar las pocas áreas verdes que aún sobreviven en el estado, advirtiendo que su destrucción pone en riesgo el acceso al agua y el equilibrio ecológico para las futuras generaciones.
“Tenemos que hacer resistencia, es el último pulmón que nos queda en Aguascalientes. No podemos permitir que nuestros hijos y nietos se queden sin agua”, expresaron.
A pesar de que se reconoció que algunos de los terrenos tienen propietarios, los manifestantes subrayaron que tener propiedad no otorga derecho a la destrucción arbitraria del medio ambiente, recordando otros casos como el del Cerro del Picacho, donde también se ha respetado la conservación.
Durante la movilización, informaron que hubo contacto con Enrique García López, secretario del Ayuntamiento, quien se comprometió a establecer mesas de diálogo con expertos para abordar el tema. Sin embargo, los activistas insistieron en que la exigencia es clara: “Lo único que pedimos es que no talen un solo árbol”.
Finalmente, hicieron un llamado a la sociedad a organizarse y mantenerse en resistencia permanente en defensa de La Pona, reiterando que no permitirán la pérdida de este espacio vital.
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