El obispo de la Diócesis de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez, expresó su preocupación por el rumbo que ha tomado la Feria Nacional de San Marcos, señalando que actualmente se ha alejado de sus orígenes como un evento de encuentro y convivencia sana.
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| Juan Espinoza Jiménez |
"Ojalá la feria fuera lo que inició siendo la feria, era un momento de encuentro en la comunidad, de alegría, de fiesta, de compartir sanamente, era un relax después de tanto trabajo, y venir a disfrutar de muchas cosas", dijo.
Monseñor lamentó que hoy la verbena sanmarqueña se disfrute “de otra manera”, señalando que hay cuestiones delicadas involucradas como el vino, la droga y el sexo, y advirtió que incluso podrían estar ocurriendo situaciones más graves que no se conocen.
A pesar de ello, reconoció que la feria sigue siendo un importante motor económico para muchas familias en el estado, quienes dependen de esos días de trabajo durante casi todo el año.
"Ahora se disfruta de otra manera, tampoco estoy en contra, eso da vida a Aguascalientes en todos los sentidos, con todos los peligros que trae, pero muchas familias de lo que trabajan en ese tiempo viven casi todo el año, se crean muchas fuentes de trabajo. La gente viene de fuera, hay que estar muy atentos para que las cosas negativas no venzan a lo bueno que tiene la feria", comentó.
Sin embargo, hizo un llamado a la población para estar alerta y evitar que lo negativo opaque lo bueno que ofrece la feria.
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