El Gobierno Federal no puede controlar el precio de las gasolinas de manera permanente, ya que estos combustibles se rigen por el mercado internacional, señaló Alberto Aldape Barrios, director del Centro de Investigación y Desarrollo Empresarial (CIDE).
Actualmente, se ha fijado un tope de 24 pesos para la gasolina magna, lo que es una medida temporal basada en acuerdos con empresarios del sector. Sin embargo, Alberto Aldape advirtió que estas condiciones no pueden sostenerse indefinidamente, ya que los gasolineros no pueden sacrificar su margen de ganancia por un tiempo prolongado.
"La gasolina tiene un precio internacional que depende del tipo de cambio, del IEPS y del IVA. Es un acuerdo de buena voluntad, donde si puedo bajar mi margen como empresa, lo haga, pero no es algo que se pueda controlar a largo plazo”, explicó.
El especialista subrayó que el precio final al consumidor también está influenciado por factores externos, como el costo del crudo y las políticas fiscales del gobierno.
"Este acuerdo puede mantenerse mientras las condiciones lo permitan, pero ni los gasolineros ni el Gobierno Federal tienen control sobre el precio internacional del crudo y de las gasolinas”, concluyó Aldape Barrios.
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