Delincuentes ya no tienen temor de Dios, pues al inicio de esta semana el sagrario de la parroquia de Santa María Asunta fue profanado, lo que impidió celebrar la santa misa en dicho recinto religioso por varios días. El obispo Juan Espinoza Jiménez, lamentó dicho hecho, no obstante, pidió orar por quien cometió tal atraco, pues "también es nuestro hermano".
Al visitar esta parroquia, monseñor señaló que se encontraba con un sentimiento de profunda tristeza por el agravio hecho al Santísimo Sacramento. Durante una misa oficiada en dicho recinto, señaló como intención especial pedir por la persona que realizó dicho acto, “esta persona también es nuestro hermano”.
El obispo exhortó a todos los fieles a amar y cuidar la eucaristía, pues en ella "está real y verdaderamente presente Jesús".
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