Dios ha castigado a Aguascalientes con la sequía por acabar con la naturaleza, pues se han traído aquí muchas empresas y se han construido muchos fraccionamientos, pero “¿a costo de qué?”, pues con ello se han derribado miles de árboles, se ha despilfarrado el agua y se ha contaminado al medio ambiente, sostuvo el obispo de la Diócesis de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez.
En su homilía dominical, resaltó que hoy hay en Aguascalientes “una debastación”, pues si bien “hay muchas casas, muchos cotos cerrados, pero ¿a costo de qué? Hay muchas empresas, pero ¿a costo de qué?. Cuando hay ambición, cuando no hay una verdadera mirada de los ojos de Dios nos podemos desviar y creyendo que estamos haciendo las cosas bien, podemos hacer mucho daño, ya la naturaleza está reaccionando, nosotros hemos sido castigados por la sequía en este año”.
Expuso que “por Calvillito hacia Ojuelos se ven las tierras áridas, las plantitas no crecieron, todo lo que era de temporal se perdió. Aquí mismo en Aguascalientes el agua ya está muy profunda porque no hacemos conciencia que tenemos que cuidar esas cosas tan hermosas que Dios nos ha dado”.
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