Una joven hidrocálida ha hecho pública su denuncia ante el acoso, extorsión y violencia digital que ha sufrido desde diciembre de 2024, donde han hecho fotomontajes para simular que está desnuda.
La joven indicó que ha interpuesto su denuncia, sin embargo ni la Fiscalía General del Estado ni la Policía Cibernética, han actuado en consecuencia.
Aquí la denuncia:
"Mi nombre es Brenda Yerim Rábago López, y hoy me veo obligada a alzar la voz porque temo por mi seguridad y la de mi familia. Desde diciembre de 2024 he sido víctima de acoso, extorsión y violencia digital, a través de páginas en Instagram donde, mediante fotomontajes, se publican imágenes mías simulando estar desnuda. Estas publicaciones incluyen mi nombre, mi usuario de redes sociales, el negocio de mis padres y referencias directas al fraccionamiento donde vivo.
El 25 de diciembre de 2024, a las 9 p.m., mi hermano fue etiquetado en una página llamada “las_panochas_de_colinas”, donde además de mis imágenes alteradas, mencionaban el negocio de mi familia. Siguiendo la recomendación de la policía cibernética, el 26 de diciembre presenté una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Aguascalientes (número de denuncia CI/AGS35745/1224).
El 6 de febrero fui citada, junto con dos testigos, a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Sexuales, Justicia Familiar y Género. Las preguntas que les realizaron fueron minimizantes, poniendo en duda el impacto de lo que estoy viviendo.
El 14 de febrero crearon otra página, ahora llamada “la_panadera_de_colinas”, utilizando nuevamente fotomontajes míos y ahora también de mi mamá, simulando desnudos y etiquetando nuevamente mi perfil. Ese mismo día acudí a denunciar por segunda vez, pero me enviaron nuevamente a la Unidad Especializada, donde hasta el 21 de febrero me atendieron sin avances y sin que siquiera conocieran mi caso.
Con mucha preocupación, mi familia contactó a un integrante de la policía cibernética, quien nos confirmó que mi caso nunca llegó a sus manos.
El 27 de febrero, al marcar nuevamente para preguntar por mi caso, la respuesta fue que “como no estaba secuestrada o no había una amenaza directa, no se iba a proceder”.
Pero sí hay amenazas: mencionan el lugar donde vivo, el negocio familiar, y ahora, el 24 de marzo, recibimos mensajes vía WhatsApp desde el número 449 906 1452, enviando las mismas imágenes sin censura, fotos familiares y hasta imágenes de mi casa.
Hoy tengo miedo. Miedo por mi vida y por la vida de mi familia. Si algo llega a sucedernos, responsabilizo directamente a la Fiscalía General del Estado de Aguascalientes, a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Sexuales, Justicia Familiar y Género, y a la Policía Cibernética, por ignorar mis denuncias y no dar seguimiento a un caso que claramente pone en riesgo mi seguridad.
Hoy me duele confirmar que, en Aguascalientes, necesitas estar muerta para que te escuchen y para que las autoridades se dignen a actuar.
Pido a la sociedad, a los medios y a quienes me puedan ayudar a difundir este caso, que no me dejen sola. Esto nos puede pasar a cualquiera, y no debería ser normal que las autoridades volteen la mirada".
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